Naúfraga

He estado mucho tiempo perdida en mi cama, navegando entre las sabanas, ávida por encontar los restos de un naufragio que al menos me hiciera creer que una vez nadamos juntas. Y en la orilla desde la que te escribo, estoy sola, desnuda en la arena mientras las olas castigan mi cuerpo; esta botella ya no contiene recuerdos, tan sólo unos cuantos gemidos y puede que algún "te quiero" que jamás debiste dedicarme. Yo seguiré aquí, varada, con los labios salados por este mar de lágrimas, y miles de kilometros, tú. Vivirás en mi memoria, en mis sueños, en el profundo océano en el que tanto te amé, en mi cama.