martes, 21 de septiembre de 2010


*Dame lo vital: el aire y el alimento que sobran de tus labios, sólo con ello seré capaz de sobrevivir donde quiera que sea...


*Los labios del pasado siguen siendo tan fríos y tan finos que en lugar de besar, cortan. Cortan el aire de los recuerdos, las miradas que un día significaron algo. Hay besos que nunca debí dar, y hay tantos que me arrepiento de no haber dado.
Y en aquel último beso llovía, como esta noche, pero yo bailé durante horas, días, meses... una balada tan intensa que aún duele. Escucho esa oscura melodía y sé que estás en algún lugar, y que no piensas ni un poquito en mí, y a pesar de eso no dejó de sonreír; por lo que pasó, pero sobre todo por lo que pasará, porque ahora hay otros labios que me esperan cada noche, impacientes, ardientes, y llenos de amor, eso que nos faltó.


*A menudo los labios más urgentes no tienen prisa dos besos después.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Por la noche.


Hoy he recordado la noche en la que una chica me besó mientras bailábamos, yo no sabía- ni supé nunca- su nombre, pero era rubia.

Puede que más intensa fue aquella noche en la que experimente el original significado del carnaval. Yo estaba con una lagarta, no en sentido figurado sino literal, iba vestida de Diana, de la serie V, y yo iba vestida de hada, estábamos en su coche; me dejó. Amanecí en ese mismo coche, ya casi sin ropa.

En otra noche igual de confusa, aunque mucho más divertida, acabé en una cama desconocida y con una chica desconocida que tenía unas esposas colgando en su pared...recuerdo que esa noche me llamó mi novia...

Y la noche más subrrealista de todas fue esa en la que, en un ataque de locura, rechacé el interés puramente sexual( así me gusta verlo a mí) que sentía por mí la preciosa chica hindú que ahora ignora abiertamente mis intenciones amatorias, aunque eso se queda en una mera anectoda después de todo lo que sucedió esa noche, no en vano es recordada como el fin de año lésbico...

Supongo que he tenido noches divertidas, y otras un poco más oscuras, de esas en las que el sueño se ve interrumpido con un odioso ataque de ansiedad causado por un sueño tan real que te despierta con el sabor de unos arrebatadores labios.

En cualquier caso, la Luna sigue ahí, como siempre, en busca de historias de amantes que se quieren, se odian, se vuelven locos o simplemente la observan, porque aunque los tópicos románticos ya están muy oídos; la noche, la Luna, las estrellas y todo lo que en el cielo habita, tiene un magnetismo arrollador cuando cae el Sol.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Quiero estar sola.

Quiero estar sola, parece que nadie lo entiende. Soy feliz así. Necesito estar sola, tomar aire, respirar el aroma de las olas. No quiero sentir esos viejos golpes en el pecho, no quiero irme para tener que volver. No quiero darte explicaciones ni que me cuentes lo que has preparadado hoy para comer.

Nada va a cambiar en mí, está de más que me juzgues de esta manera, sólo dame mi tiempo, ahora no puedo pensar en ti, ni en nadie. Quiero estar sola, tomar el aire, respirar el aroma de las olas. Quiero que me de el Sol en la cara, redescubrir lo mucho que me gustaba pasear con mi sombra.

Y no me conoces, no sabes nada de mí, qué tal si me dejas en paz, si dejas que siga mi camino, no me molestes. Te crees todo lo que escribo, dibujas un perfil equivocado de mí y me juzgas, puedo enfadarme. No me hables más. No te atrevas nunca más a decirme si algo me conviene o no, o si algo es de mi estilo o no, no tienes ni idea. Y no pienso borrar la entrada anterior. Estoy harta.

¡Ah, Sara! Te quierooooooooooooo! Eres mi minuto 3.14. Y ya ves que tenía razón, todas las Saras lo sois! ;)