martes, 31 de agosto de 2010

No apagues las luces.



Y si me lo preguntas te diré que prefiero que pongas un Cd con música sensual, de esa que da cierta calidez a una situación comprometida,algo erótica, yo mientras sujeto tus caderas. Y ya sé que es muy romántica, créeme cuando digo que es mejor que no pongas canciones de Diana Krall, me pone triste y yo sólo quiero hacerte el amor, y esto es un eufemismo. Y espero que me permitas unos cuantas de esas palabras, que en cualquier otra circunstancia te resultarían ofensivas y no te asustes si me pongo algo intensa.

Me gusta oirte gemir y espero que lo hagas muy alto porque la música seguirá sonando, y si sabes cómo moverte podemos bailar juntas durante un rato. No voy a interrumpirte, y aunque no sea amor lo que brille en mis ojos, quiero que me mires en el momento en el que la guitarra haga un solo y tú, otro.

No quiero levantarme en la misma cama que tú, quiero hacerme el desayuno en mi casa y no estás invitada, sé que no vas a tomártelo mal. Te hice el amor, aunque yo no lo llamaría así, pero puede que otro día te despierte con un beso.

viernes, 27 de agosto de 2010

Lo que pasa en Las Vegas...

Y ahí estaba yo, vestida de blanco, o de cualquier otro color, frente al altar de la lealtad, arrodillada. Pensé que tu demora formaba parte de una tradición ancestral, y no de una de esas cinematográficas huidas.
Mis ojos, tal vez más por inercia que por amor, se empaparon en lágrimas; tú caminabas hacia mí, pero tus labios nunca habían sido tan extraños, el rojo carmín manchaba tu cara, y noté cómo con cierto desdén evitabas mi mirada.

Dijiste "sí, quiero", o al menos eso oyeron todos, sé que en realidad pensabas que lo que querías era abandonarme en ese mismo lugar.

Pero en Las Vegas todo puede pasar y cualquier otro día, en cualquier otra circunstancia, tal vez no habría sido capaz. Pero miré a Elvis y él me miró a mí, creo que hasta ese momento pensaba que él era el más ridículo de la sala, debió sentir cierta empatía conmigo y me cogió de la mano, recorrimos ese absurdo paseillo de rosas que hacía sólo unos minutos se tildaba de romántico. Nos fuimos en su cadillac rosa.


PD: Sé que probablemente nunca me casaré, pero si lo hago sonará la mejor canción de amor ever , es un empache de dulzura *_*

domingo, 22 de agosto de 2010

Teorías de lo absurdo Vol. 2

Una calurosa tarde de julio, mi excobloguero y yo salimos de nuestro hostal destino Bukinjan palaz, como muchos sabeis, uno de mis grandes sueños es reclamar Gibraltar como territorio español, monos incluidos. Ese sueño se frustó; resultó ser que los guardias reales tienen más éxito del que yo pensaba. Si bien, el destino me guardaba una sorpresa mayor... Después de cruzar el Hyde park (por cierto, qué feo es) llegamos a una amplia avenida de la cual emanaba una musiquita celestial, casi divina... Yo, en un alarde de patriotismo desmesurado, me ilusioné pensando que se trataba de una manifestación del orgullo gay, a la vez que me maldecía a mí, y a toda mi raza giatana, por haberme olvidado la cámara en el hostal. El caso es que a lo lejos la calle se teñía de colores alegres, de banderas y de una música cada vez más estridente, mi emoción crecía, auguraba una tarde de locura y desenfreno londinense sin parangón.

Y sí, mi gozo en un pozo, al acercarse el tumulto, mi ya extrema miopía me permitió leer en una de las banderas "JESUS ARMY". Me sentí como cuando aquella bola de helado se escurrió de mi cucurucho, como cuando mi chupete se precipitó al vacío, como cuando Rebeca Loos dejó de ser lesbiana.

Acto seguido pensé que todo pasa por algún motivo, y cierto es que que la jisus armi tenía más arte en el cuerpo que Karmele en Madrid, con lo cual disfruté de lo que allí acontecía, fue una experiencia estupenda que hizo que me replanteara mis creencias religiosas durante al menos 5min.



PD: No pongais el audio, estuve cantando la cancioncilla durante horas.

jueves, 12 de agosto de 2010

Haciendo pseudo-ciencia.

Después de un par de meses de vida de este blog, y tas ser abandonada por mi co-autor, he de reconocer que ya no tengo motivación para seguir con ésto, supongo que las espectativas fueron altas, pero equivocadas. De igual manera, seguiré con ello, sé que tarde o temprano me llegara la fama, tengo madera de bloguera, de artista, y por qué no, de genio...

Os he hablado de chicas a las que quiero matar sentimental y sexualmente hablando, de depilación íntegra, de la dicotomía entre ropa interior sexi Vs infantil, de piernas, e incluso de sentimientos...Y ahora, ¿qué me queda? Sí, justo. Porque estoy harta, porque "el caballo grande, ande o no ande" es un error, y punto, y me da igual lo que me digas, pero a mí me gustan las cosas firmes, en su justa medida, no pequeñas, que vamos a ver, tonta no soy.

En otro orden de cosas, y aunque no venga al caso, abro un debate que difícilmente se resolvera aquí, es más propio de una cumbre del G20, o incluso de una convención a nivel mundial, y aquí va... ¿Eres más de senos o de glúteos?. Yo voto por los segundos, y como en el caso anterior, no me vale "cuanto más grande mejor" grande sí, pero siempre y cuando no tape el sol.

PD: Es curioso cómo me cuesta decir culo y tetas XD es porque en realidad soy muy romántica.

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sábado, 7 de agosto de 2010

"Ella sería mi Gradiva (la que avanza), mi diosa de la Victoria, mi mujer. Y para ello, era necesario que me curase. Y me curó gracias a la potencia indomable e insondable de su amor, en que la profundidad de pensamiento y la destreza práctica rebasaban los métodos psicoanalíticos más ambiciosos". Dalí, temblando, preguntó a Gala: "¿Qué-quie-res-que-ha-ga?". Y Gala le respondió con el rostro transformado, duro y tiránico: "¡Quiero que me mates!". "¿Y si la tirara desde lo alto de la catedral de Toledo?", se preguntó Dalí. Pero como estaba previsto, Gala era la más fuerte. "Gala me liberó de mi crimen y me curó de mi locura. ¡Gracias! ¡Quiero amarte! Te desposaré. Mis síntomas histéricos desaparecieron uno tras otro como por encantamiento y yo volvía a ser el dueño de mi sonrisa, de mi risa, de mis gestos. Una salud nueva brotaba como una rosa de mi cabeza", explicó Dalí.



Y lo que yo quiero es caer ante tus pies, convulsionando de risa, y confesarte mi amor. Quiero que seas mi molécula de ADN, garantía de inmortalidad. Quiero que seas mi Gala, mi Helena.