La inspiración es inversamente proporcional a la felicidad.Y he de reconocer que ser una de esas personas atormentadas por el amor no me molesta tanto desde la distancia, no hay nada más poético que sufrir por un amor imposible, o por una mujer de mala vida, de esas que tanto abundan.
Se qué soy capaz de enamorarme con un simple pestañeo, o con el tiempo que marcan unas bonitas piernas al andar. Cualquier pequeño detalle me basta para volver a sonreir, para volver a besar la almohada.
Evidentemente tiene un lado negativo, y es que necesito sentirme constantemente entre algodones, de no ser así el golpe es crítico, Afortunadamente los que me conocen ya saben que soy una persona débil y que salir de mi pequeña caja de cristal es peligroso. Si bien, hay una parte de mí que se muere de ganas de volver a sentirse en peligro. Quiero sentir que puedo desquebrajarme, que haya alguien capaz que hacerme probar el sabor dulce que tienen los tósigos del amor.
PD: Mientras tanto disfruto de la serenidad que me proporciona la felicidad. Y de que mañana me voy a Londres y mis energías se focalizan en encontrar una pelirroja con pequitas.
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