lunes, 26 de julio de 2010

A todas nos gusta ser la princesa en los cuentos, que se arrodillen frente a nuestro balcón y nos reciten algún manido poema. Nos gusta que se enamoren de nosotras, aunque no correspondamos; es halagador.

Y no sé si en mi caso es un problema, pero cuando en lugar de ser la princesa me convierto en la rana impaciente por recibir un beso, parece que el cuento ya no es tan bonito. Y ese beso no llega, los saltos cada vez son más cortos y mi princesa anda subiéndose la falda con todos los príncipes del reino...

Ahora las princesas prefieren ser plebeyas, prefieren ir a un After que a ver El Lago de los Cisnes...

2 comentarios:

  1. Y ese beso llegará.Pero espero q tarde bastante , y no por su coprotagonista , sino pq en "muy lejano", en "nunca jamas" e incluso aqui las princesas necesitan un tiempo de tranquilidad para encontrarse a sí mismas!Un besito.

    ResponderEliminar
  2. Evidentemente no se trata de un beso, tampoco de nadie en concreto.

    La verdad es que no lo digo por nada, estoy bien así. Encontrarme a mí misma me va a costar un poco más XD Me he dado cuenta de que sí que soy muy bipolar... Ains, pero bueno.

    Estoy orgullosa de ser cómo soy, pero me frustra no encontrar a nadie que valga la pena, no a nivel de pareja, sino no encontrar a nadie que entienda la lealtad como la entiendo yo... No sé, creo que es cosa de La Gomera, que me vuelve loca u.u

    Menos mal que os tengo a ustedes =P

    ResponderEliminar